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La idea es reconocer patrones de movilidad en conductores y viandantes, y que según esos patrones se actualice la publicidad electrónica de la ciudad (pantallas en los autobuses, paneles electrónicos, pantallas en la calle, etc).
Publicitar durante el periodo de transporte es una práctica habitual en la que se invierte mucho dinero, por esta razón es habitual en ciudades grandes ver hombres-carteles, taxis con publicidad, gente repartiendo panfletos en la calle, en el metro, pantallas gigantes en carreteras etc.
Y es que el conocimiento de las costumbres de transporte permite hacer una publicidad muy segmentada, se puede segmentar el público por el origen de su trayecto, por el destino de su trayecto, diferenciar el público que es la primera vez que está en la ciudad o en una zona concreta.
Para ello hay que desplegar sensores que detecten de forma única a los dispositivos que serán objeto de las campañas, es decir, sus coches, mediante lectores de matrículas, o sus dispositivos móviles, mediante puntos de detección de dispositivos móviles.
Una vez detectados se almacena la información de cada dispositivo, y se extraen patrones de movilidad en base a esos datos.
Cuando los sensores detectan dispositivos conocidos ponderan la importancia de cada uno así como la publicidad más adecuada a la mayoría y regula la publicidad de los paneles que los dispositivos se cruzarán durante su recorrido.
Con este sistema se podría ofrecer a los comercios locales, a los organizadores de eventos, incluso al ayuntamiento de la ciudad, un sistema en el que dirigir la publicidad.
Y en una sociedad tecnológica como la actual, en la que los ciudadanos están siempre conectados y que las ciudades cada vez están dotadas de más tecnología, un adecuado uso puede potenciar la satisfacción de los ciudadanos y la eficiencia económica del entorno.