Propongo que todo el papel que use el Ayuntamiento, sea para el trabajo de sus funcionarios, o en las comunicaciones y trámites con la ciudadanía, sea reciclado.
No sé si se habrá impulsado ya esta práctica, pero me parece crucial que sean las administraciones públicas las primeras en dar ejemplo, con sus hábitos sostenibles, al resto de la ciudadanía.
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