
La reordenación del espacio ferroviario es inminente y para que la nueva zona de la ciudad se asiente y consolide, el cambio del espacio urbano liberado debería ser meditado y no comenzar a construir rascacielos que nadie necesita o un parque con un lago y barcas teniendo el mar a 100 metros.
Dicho esto, mi propuesta radica en dos puntos independientes el uno del otro:
1- Retrasar la posición de la nueva estación de trenes a la altura de la calle General Díaz de Villegas. De este modo nos ahorraríamos la mitad del recorrido de vías cubiertas y generaríamos un nuevo nodo de actividad en esta estación. El espacio que quedaría entre las antiguas estaciones y la nueva estación podría tener múltiples usos, pero ante todo sería un espacio céntrico que queda flanqueado por dos grandes centros de actividad (antigua plaza de las estaciones y nueva estación) Esto haría que el espacio liberado se consolide gracias a la importancia de dichos nodos.
2- En todo el nuevo espacio liberado, encontramos innumerables vías de tren, naves de cocheras y edificios. La mayoría de estas construcciones están obsoletas y las vías dejarán de tener uso. La propuesta radica en hacer una limpieza completa de toda esta zona, pero no arrasar con todo. Eliminar todas las construcciones que estén en mal estado, pero mantener y adecuar a nuevos usos aquellas que puedan mantenerse. No arrancar de cuajo todas las vías de tren y las zonas "duras", sino reconducir estos espacios para crear zonas verdes acordes con la preexistencia. El parque de Duisburg Nord en Alemania es el mejor ejemplo de como se puede reconducir una zona con un uso muy específico en un parque tremendamente bonito y útil.
En conclusión, debemos superar la época de gastar sin medida, de hacer "tábula rasa" e inventarnos la ciudad de cero y en definitiva de ser irresponsables a la hora de hacer ciudad.